Que levanten la mano los que apoyan a Chávez: solo el 41%, según Keller. O sea, si este reencarnado de Bolívar tiene ahora 41% de apoyo versus 65% en el 2006, la caída de su popularidad es vertiginosa. Pero el colmo es que a pesar de sus millones de alimentos podridos, al altísimo índice de corrupción, la inflación más alta del continente, el índice de inseguridad más alto de América Latina, con Caracas como segunda ciudad más violenta del mundo; conflictos diplomáticos como arroz picao y otros desmadres, su popularidad anda en 41%. Eso es masoquismo. Debería de estar en cero. Por lo tanto, pregunto:
¿quiénes apoyan a Chávez en este país?
Respuesta: dos grupos de personas.
1.- Los cubanos, como cooperantes y asesores políticos. Pero ese apoyo cubano es perverso y condicionado a dos hechos: que Chávez continúe como hijo putativo de Fidel y puente de expansión continental de la política castrocomunista, circunscrita a la isla durante 50 años; y que Venezuela continúe siendo la madre de Cuba, sustituta de Rusia, como proveedora de petróleo y otros bienes en dólares en efectivo, en conteiner de alimentos, televisores, computadoras, plantas eléctricas, inversiones a precios de gallina flaca para su refinería; en compras internacionales para los dos pero a costillas de nuestro país, y en otras bagatelas. Pero Chávez ignora, o se hace el pendejo, que el final de ese apoyo ya tiene fecha en el calendario cubano: al terminar la teta petrolera y sus derivados; hasta que vivan los hermanos Castro porque, después, le dirán a su revolución adiós luz que te apagaste; cuando se sonrían con el imperio, y en eso están y hasta se pican el ojo; y mientras Chávez tenga algo para regalar porque al estar las arcas venezolanas vacías le darán una patada por el bolsillo de atrás, y le cantarán la canción Hasta aquí te trajo el río, de José Class. Ese día no está lejos. Lo veremos más pronto que nunca. Ese día le preguntaré a Chávez:
¿y qué va a hacer por ahora?
Y dirá: cantar en bis El rey, del mexicano José Alfredo Jiménez, con el Mariachi Vargas de Tecalitlán.
2.-El otro grupo de personas que apoyan a Chávez apenas representa el 30% de su credibilidad, también en caída libre desde el 50% en el 2007, y con ñapa: 60% de rechazo popular y 85% de rechazo a la cubanización de nuestro país, según Keller. Este grupito de creyentes de Chávez son los mismos que están convencidos de varios absurdos: que el fracasado comunismo es el sistema perfecto de gobierno que da la mayor suma de felicidad posible, como en Cuba y Venezuela; que ser rico es malo y ser pobre es bueno; que la empresa privada no sirve para nada; que las empresas del Estado son las más productivas; que el trueque es el sistema de comercio más usado en el mundo; que vamos pa´lante hacia el desarrollo porque Venezuela tiene excelentes indicadores socioeconómicos; que la tierra es cuadrada, y otros más. Francamente: no hay peor ciego que el que no quiere ver.
En pocas palabras, si continúa en caída libre su apoyo popular, Chávez echará mano del último comodín legal: las Fuerzas Armadas. Pero, las Fuerzas Armadas Nacionales estarán al servicio de la República, y en ningún caso al de una persona o parcialidad política, según el artículo 132, Título IV, del Poder Público, Capitulo I de la Constitución vigente de la República Bolivariana de Venezuela. O sea, si respeta la Constitución se quedará sin comodín.
Nos vemos en septiembre.
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